viernes, 17 de noviembre de 2006

LA MEMORIA DE LA LUCHA

CAÑADA HONDA Y LA RECUPERACIÓN DE LA DIGNIDAD

Uno de las pocas áreas rurales y agrícolas con que cuenta el municipio de Aguascalientes, es la Delegación de Cañada Honda, misma que ha sido golpeada de diferentes maneras, su historia de lucha da inicio al igual que en muchas otras partes del país donde todavía no se veían los resultados de la lucha armada revolucionaria, pues aquí todavía en los años de 1925 y 1926 existía el latifundio representado por Martiniano González y Guadalupe González últimos dueños de la Hacienda de Cañada Honda, donde vivían aproximadamente mas de doscientos peones acasillados en condiciones de injusticia y explotación, el reclamo por mejores condiciones de vida, hace que algunos de estos peones apoyados por grupos de ya ejidatarios de Loreto y Chicalote, den inicio al primer intento de repartición de tierras en el año de 1929, pero el poder de los latifundistas quienes utilizando sus tradicionales métodos de convencimiento como el asesinato bloquean el movimiento y es hasta los años de 1935 y 1936 que se empieza a definir el reparto de tierras que después de más intervenciones de los latifundistas con amenazas, agresiones y demás, culmina en 1938 con la fundación del ejido, sin embargo la sangre derramada por luchadores campesinos como Emilio Rangel, Eziquio Ramírez y Nicolas Picazo entre otros, hoy se siente traicionada.
Veamos con las reformas al artículo 27 constitucional, donde supuestamente sale beneficiado el campesinado al hacerlos propietarios de sus parcelas y que puedan venderlas, traspasarlas o rentarlas, lo que realmente está buscando el gobierno, es dar las facilidades a los grandes capitales para apropiarse del campo, en lugar de cumplir con su función para apoyar las actividades agrícolas, con esa falta de apoyos pero ya dueños de un mínimo de tierra, entonces el campesino se ve forzado a disponer de ese bien para satisfacer sus necesidades primordiales como comida, vestido y los gastos de la familia, pero al final ¿que pasa?, pues que lo que obtiene por la venta de sus propiedades nada más le alcanzan para muy poco tiempo y termina siendo peón en la que fuera su propia tierra. ¿esa es la lotería que se sacaron los campesinos y que tanto exalta este gobierno del cambio?
pero eso si a las grandes empresas agropecuarias, lecheras, ganaderas, agrícolas, avícolas todas las facilidades, pues ya dueñas de los terrenos que anteriormente fueron ejidales, entonces si hay forma de que utilicen los recursos naturales, el agua sobre todo, y que sus desperdicios sean depositados sin ningún tratamiento contaminando otros recursos con descarga de aguas negras en arroyos y cuerpos receptores de agua, como sucede con el rancho ganadero el becerro que vierte sus aguas residuales al arroyo el Tecolote que a su vez desemboca en el río Chicalote, contaminando así los mantos acuíferos del subsuelo.
El artículo 115 de la Constitución, determina que los servicios de agua potable a las comunidades son responsabilidad de los gobiernos municipales, sin embargo las leyes y reglamentos secundarios, han buscado la forma de quitar esta responsabilidad al gobierno para beneficiar a los dueños del capital, así entonces se explica la privatización que dizque le dicen concesión de estos servicios, por ejemplo, el pozo profundo de donde se surte el agua potable a la población, esta concesionado a la empresa CAASA sin que ésta haya tenido que gastar un solo centavo en su perforación, eso le costo al ejido, pero ahora la empresa es la que cobra el agua que se extrae del pozo a precios altísimos, ¿porque? Bueno sencillamente porque para la empresa concesionaria es un negocio donde busca sacar la mayor ganancia posible, y si nos preguntamos porque el gobierno municipal no se hace responsable de prestar este servicio, necesitamos investigar quienes están detrás de las empresas y cuantos intereses se manejan en lo obscurito en los gobierno de la “transparencia”. Ahora bien si apoyados en las leyes secundarias el Ayuntamiento no se sienta capaz para hacerse cargo del servicio, el ejido y la comunidad si pueden.
Otra forma de dominación y extinción del campesino y su comunidad, es la imposición de autoridades y al mejor estilo virreynal designar a los mejores y mas fieles lacayos para cuidar sus intereses, no los del pueblo, imponiendo inclusive a los cuerpos de seguridad (policía) que únicamente han venido a incrementar la inseguridad, drogadicción y violaciones, hechos que anteriormente resultaban muy raros y que cuando sucedían eran controlados por la propia comunidad, esta imposición, que aunque se contempla en la ley orgánica del municipio, esta en contra del artículo 39 de la constitución que a la letra dice: “La soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Esto quiere decir que la democracia entendida esta como el poder del pueblo, no es nada mas un régimen en que el pueblo tenga el poder para depositarlo en manos de otros que lo gobiernen, sino que la democracia se da cuando el pueblo tiene, mantiene y ejerce su poder. Pero no, nuestro gobierno piensa que los campesinos y comunidades rurales no tienen la capacidad de gobernarse a si mismos y les niegan este derecho, ofenden su inteligencia y desprecian sus formas de organización.
Hasta hoy las decisiones de las políticas públicas, es decir la aplicación de los recursos en obras y acciones que requiere la comunidad, son dadas desde el poder de los escritorios, la participación del pueblo en la toma de decisiones no es tomada en cuenta, y las necesidades de la población difieren mucho de las decisiones de gobierno, un ejemplo: desde el 3 de agosto del año 2005, se entregaron una serie de demandas y peticiones al gobierno municipal, es hora que ni por decencia se ha dado respuesta a ninguna de ellas, otro ejemplo, mientras las calles, colonias y barrios carecen de pavimentación, banquetas, drenaje, agua, alumbrado y otros servicios, el gobierno del estado ya arreglo la fachada de Cañada Honda, es como un maquillaje que se aplico para que cuando pase la gente bonita a los nuevos fraccionamientos de lujo no vean lo que villa miseria tiene detrás.
¿Entonces que? ¿Seguiremos dejando que la memoria histórica de lucha y reivindicaciones de Cañada Honda se pierda en este embrollo que propician los malos gobiernos?
Decía José Martí, que el que quiera vivir como gusano, esta bien que así viva, pero que no grite cuando lo aplasten. En Cañada Honda la dignidad de sus pobladores no permitirá que nadie viva como gusano, y desde aquí nos unimos al reclamo de LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DE ATENCO, en Cañada Honda la defensa de sus recursos es símbolo de identidad, en Cañada Honda al igual que en ATENCO: LA TIERRA NO SE VENDE, SE TRABAJA Y SE DEFIENDE.

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