sábado, 18 de noviembre de 2006

¿CONOCES TUS DERECHOS?

La violación a los derechos humanos es también la violación de nuestra Constitución, con la aplicación de leyes inferiores que de manera legalista contravienen lo mandado por la Constitución, ya sea por la ineptitud de los operadores del derecho o porque la aplicación de las normas contraviene los intereses de los dueños del poder.
Es decir que vivimos en una sociedad donde constantemente estamos bajo la vigilancia de los que detentan el poder, y esto se presenta en todas las instituciones desde la prisión, la maquiladora, la fabrica, el hospital, la escuela, el aeropuerto etc, y de esta manera lejos de vivir en un Estado Democrático de Derecho vivimos en una sociedad policíaca o de vigilancia.
Es por lo anterior que existe una tendencia de aumentar los instrumentos de represión y vigilancia en vez de resolver los problemas sociales de raíz, es decir que no se enfrentan los problemas desde la perspectiva de su complejidad y con la idea de resolver en equidad y justicia sino que se trata de cortar de tajo, se trata de “mátalos en caliente”, lo cual provoca mayor descontento y propicia más problemas que los que resuelve, además de que existen un sinfín de medios de control que van desde la escuela hasta la televisión, recordemos como constantemente los noticieros incitan a la aplicación del estado de derecho como garante de la paz, es decir a la utilización de la fuerza pública, en contra de quienes exigen sus derechos.
Se trata pues, de vigilar y reprimir todo aquello que no es “normal”, todo aquello que no se conoce, todo aquello que no se entiende y por lo tanto que no corresponde al modelo hegemónico totalizador, y entonces si se reprime, y castiga antes de conocer, sin indagación previa sucede que la persona no puede equivocarse, “el gobierno de las conciencias y el ejercicio de la censura no es sino la marcha del diablo hacia el enorme y creciente desierto de la estupidez. La libertad pasa necesariamente por el error y el mal. Pero pretender que el Estado ha de proteger y guardar a sus subditos, a fin de preservarlos del error y normarlos en el bien equivale, al fin, a secuestrarlos de su libertad, la censura supone, de antemano, que la conciencia del individuo es tan despreciable que requiere corrección desde antes de equivocarse” Por eso en el sistema del mal gobierno tenemos una profunda contradicción y es por esto que es en extremo perverso, pues es un sistema que se basa en el bombardeo masivo de mensajes a través de los medios de comunicación de masas (radio y televisión, prensa, etc.), en donde constantemente se nos dice que hay que consumir ciertos productos o comportarnos de determinada manera para poder ingresar al modelo dominante, es decir que pretendamos ser de los de arriba, de los poderosos (el juego de la inclusión/exclusión), pero también el mal gobierno s basa en la desigualdad y la exclusión, pues para que unos puedan tener lo que tienen, otros tienen que sufrir pobreza, y ante este orden de cosas, la desigualdad produce represión, pero no solo esto, sino que se culpa a los comportamientos “antisociales” de los mas desfavorecidos la responsabilidad de su exclusión y pobreza. [1]
[1] Pierre Bordieu y Loïc Wacquant. Las Argucias de la Razón Imperialista. Ed. Paidós Asterisco*. Barcelona, 2001, p. 44.

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