EN AGUASCALIENTES, EL AGUA MÁS CARA DEL PAÍS

USO Y ABUSO DEL AGUA
A principios de los noventa, cuando CAASA agarró la concesión del servicio de agua potable en la Ciudad de Aguascalientes, los socios franceses de la empresa hicieron un estudio que calculaba que los dos acuíferos que dan agua a la ciudad, el Del Valle y el De Ojocaliente tendrían una duración de, cuando mucho, veinticinco años y a partir de entonces, el agua, si la hubiera, tendría tal concentración de sales que requeriría tratamiento antes de usarla… A doce años del estudio, ninguna autoridad quiere hablar del tema, pero ¿por qué nos chingan tanto a los usuarios domésticos con que revisemos nuestras fugas y no la desperdiciemos? ¿quién gasta realmente el agua subterránea en Aguascalientes?. Para empezar, el 80 % del agua extraída de los dos acuíferos mencionados además del de Calvillo, se usa en actividades agropecuarias, 15 % en la industria y solamente el 5 % es para los usuarios domésticos. De este 5 % sólo llega a nuestras casas la mitad (2.5 %), porque el resto se desperdicia por fugas en la red de distribución, responsabilidad de CAASA. Si los usuarios domésticos redujéramos a la mitad nuestro consumo con una nueva cultura del agua, nuestro sacrificio representaría ¡el 1.25 % de ahorro!. Por ahí no está la solución ¿verdad?. Mejor revisemos el 80 % que se usa en actividades agropecuarias: cuando pensamos en ello, imaginamos al pobre productor ejidatario o pequeño propietario. En realidad, la mayoría de los que sobreviven de esa actividad dependen del temporal y muy pocos tienen derechos de pozo. Los que gastan el agua son los productores de leche que, aunque ya compran mucho del forraje de fuera, siguen regando alfalfa a pleno mediodía: El 80 % de la leche producida en Ags. la aportan 100 establos y todos sabemos que pertenecen a 25 o menos familias, cada hermano con su establo. Total que haciendo cuentas, 25 familias (ricas, por supuesto) consumen el 64 % del agua que se extrae de los acuíferos que son de todos. Lo peor no es eso, sino que toda la actividad agropecuaria en su conjunto genera ¡menos del 10 % del PIB del Estado!; es decir, estamos gastando nuestro recurso limitante y vital en una estupidez (es el producto interno más bruto que pueda haber). ¿sabías que el agua que usan los propietarios de derechos de pozos para la agricultura es gratis? lo único que pagan es la electricidad para el bombeo… ¿sabías que una fábrica que deslava pantalones como teñidos san juan o san gerardo textil consumen cada una 2,000,000 (dos millones) de litros diarios que quedan contaminados y pintan de azul el río San Pedro? (equivale al promedio de uso diario de 13,000 familias)… ¿sabes que se requieren 2,000 litros de agua para producir un litro de leche envasado? (la mayor parte de ella se pierde por evaporación por regar alfalfa de día cuando hace mucho calor).
LA COMERCIALIZACION DE UN DERECHO DE LA HUMANIDAD
Pocas veces nos ponemos a analizar y reflexionar las noticias de tipo social y político que los medios de comunicación difunden, no hacerlo favorece que lo que parece positivo o verdadero no lo sea tanto, pues estos medios solo presentan la cara de la moneda con la que están comprometidos como en este caso veremos con el servicio de agua potable en Aguascalientes.
Recientemente a principios del pasado mes de julio, el presidente municipal, martín orozco sandoval, comunico a la población un conjunto de medidas relacionadas con el consumo de agua, supuestamente “benéficas” para la comunidad., a nivel nacional solo existen dos lugares donde existen este tipo de concesiones (privatización) a saber, que son el municipio de Benito Juárez en Cancún, Quintana Roo y el de Aguascalientes siendo en este último donde el consumo mínimo es hasta tres veces mas caro ($98.00) que el resto de los municipios del estado. Bien entre las nueve medidas “benéficas” destacan dos por su aparente gran impacto “sorteo a usuarios cumplidos” y “disminución de la tarifa de agua potable en un 10% en los primeros 20.00 metros cúbicos en la ciudad y 30.00 metros cúbicos en el campo.
El dichoso sorteo, que habla de rifar una casa semestralmente entre usuarios cumplidos con valor de 200 mil pesos, pretende evitar el rezago en el pago del servicio, este aparente incumplimiento no esta basado en que la gente sea desidiosa y no quiera pagar, sino simplemente es que no le alcanza el dinero, pero además las acciones coercitivas como es la suspensión del servicio son anticonstitucionales y atentan contra los derechos básicos de la humanidad, así que por más sorteos que hagan quien no tenga para pagar el servicio pues no lo hará.
Ahora bién en cuanto a los descuentos sobre los consumos mínimos, veamos realmente a quienes beneficia, hasta antes de anunciar este “beneficio” el consumo mínimo mensual era de 10.00 metros cúbicos lo que equivale a diez mil litros o sea 16 cubetas de 20 litros por día, con este nuevo consumo mínimo, estamos hablando de un gasto de 33 cubetas diarias, por otra parte, mientras en las colonias y zonas populares o de bajos recursos el agua es usada básicamente en hábitos de higiene personal y preparación de alimentos, en las zonas residenciales y fraccionamientos exclusivos, aparte de los anteriores, la mayor cantidad es destinada al riego de jardines, lavado de autos y banquetas; aparte la disposición tampoco es pareja pues en las primeras existen tandeos es decir solo a determinadas horas y días tienen agua, mientras que en las segundas todo el tiempo hay el servicio, como nos damos cuenta, muy difícilmente en nuestras colonias populares alguien podrá usar 33 cubetas al día, entonces ya vemos hacia quien es el beneficio. Así las cosas la intención con estas promociones supuestamente benéficas, es la distracción de la población (atole con el dedo) para que no cuestione otros asuntos importantes por ejemplo el resultado de la auditoría, ¿cuál es el consumo de las embotelladoras e industrias trasnacionales y a cómo se les cobra?, ¿qué está haciendo la concesionaria para la conservación de los mantos acuíferos?.
Es importante saber que CAASA es el nombre local de una de las dos empresas (ondeo y vivendi) que a nivel mundial están haciendo negocio con la operación de los sistemas de agua potable, responsabilidad que de acuerdo al mandato de la constitución le corresponde al Ayuntamiento, desde 1992 se fue alentando un cambio en el concepto del agua como bien social de la humanidad, es decir un derecho, por el de bien económico cuya única opción para resolver el problema del suministro dicen, es la intervención de la iniciativa privada, es así como en 1996 estas dos trasnacionales impulsan la creación del consejo mundial del agua que se inscribe como ONG (organización no gubernamental) en el seno de la ONU y de esta forma adquieren capacidad de interlocución ante organismos financieros como el fondo monetario internacional y el banco mundial (dueños de los dineros del mundo) quienes condicionan los prestamos para obras de infraestructura hidráulica, a que sean empresas privadas quienes modernicen, amplíen y operen éstos sistemas en cualquier país del mundo.
Así pues, el agua se ha vuelto una mercancía bajo el argumento de que aunque es un recurso natural renovable, son muchos los costos para hacerla consumible y hacerla llegar a las poblaciones, pero además de esto las autoridades responsables de proporcionar el servicio se declaran incompetentes para hacerlo y amparados en leyes secundarias a la constitución promueven la privatización de servicios básicos, el costo por supuesto que se incrementará día a día, pues el concesionario no lo ve como servicio, sino como negocio de donde debe obtener ganancia, por eso nuestro interés debe ser que se remunicipalice y se administre este servicio bajo reglas sustentadas en la realidad de la mayoría de la población y con la participación y vigilancia de la misma.