EDITORIAL - agosto del 2006

IDENTIDAD Y DIGNIDAD
El significado de identidad entendido como valor humano, es el sentido de pertenencia a determinado grupo social, así vamos desde las identidades particulares: familia, amigos, barrio, trabajo, comunidad; hasta las identidades más generales: región, estado o país.
Pues bién, eso que llamamos identidad y que nos hace sentir como parte de algo y quererlo, también es aprovechado por los malos gobiernos, como los que tenemos, y lo utilizan como forma de control del pueblo, buscan romper sobre todo la identidad particular o comunitaria y en muchos casos lo han logrado, pues desde el sistema educativo con el gran apoyo de los medios masivos de comunicación (Televisión, Radio, Prensa y otros) nos van formando como seres individuales de pensamiento egoísta, es decir personas indolentes a quienes no les importa lo que le pase al resto de nuestra sociedad. Las formas que los gobiernos usan para romper nuestra identidad son variadas, una muy importante es la gran influencia que la televisión ejerce sobre todo en los niños y jóvenes, otra muy peculiar es la compra de dirigentes y líderes de sindicatos, ejidos, comunidades, etc. que venden las luchas sociales en beneficio propio, y otra más pero no la última, es la represión por la fuerza, cuando sus otras formas no funcionan como son los últimos casos en San Salvador Atenco y en Oaxaca. Pero a la vez también nos quieren imponer nuevas identidades y que reneguemos de nuestra identidad original cambiando los valores humanos por los materiales, donde vale más quien más tenga, el mensaje del sistema capitalista dice que superarse consiste en dejar atrás a los demás no importa si se tiene que pisarlos por avanzar individualmente, así por ejemplo según ese pensamiento, hoy el rebelde no es aquel que levanta su voz contra la injusticia, sino el que le descompone el carro a “papi”. El pensamiento de los malos gobiernos es que hoy solo haya una identidad para todos, una identidad con el consumo en sus grandes tiendas, una identidad con la falsa paz social del país, una identidad con el conformismo de la injusticia y desigualdad, dirán: calladito te vez más bonito.
Afortunadamente, no a todos los ha tocado la varita mágica de los malos gobiernos y en muchas partes de nuestro país y del mundo hay quienes están recuperando y manteniendo sus identidades comunitarias, hemos aprendido a caminarnos hacia dentro nuestro hasta encontrar ese otro valor humano que no tiene precio, no se vende y se llama DIGNIDAD, con éste valor salimos a encontrar a las otras identidades originales y vamos sumando diferencias, y vemos que ese encuentro nos permite trabajar y luchar en colectivo, y miramos que es posible un mundo mejor, más parejo, más justo, más cabal, donde la libertad es el conjunto de pensamientos diferentes pero en busca del bien comunitario. La invitación ahora es a ese caminar hacia adentro y a ese reencuentro de identidades verdaderas, a la recuperación de nuestra dignidad para decir un YA BASTA a la injusticia y a la imposición de leyes y gobernantes que sólo favorecen a unos cuantos, mientras aquí abajo los muchos sufren hambre, miseria, enfermedad y muerte.